Colima, un estado situado en la costa del Pacífico mexicano, es conocido por su diversidad cultural y sus tradiciones arraigadas. Las danzas y bailes típicos de esta región no se limitan a un solo tema, sino que abarcan una amplia gama de elementos folklóricos, históricos y representativos de la zona. En ellas, podemos encontrar la influencia de la religión, los acontecimientos históricos y las costumbres locales. Estas danzas tradicionales no solo son exclusivas de Colima, algunas también son compartidas por otras entidades mexicanas. Además, la representación de batallas entre los ancestros indígenas e invasores es un tema recurrente en todo México, y la dimensión religiosa también se hace presente en muchas de estas expresiones artísticas.
En Colima, la celebración de los bailes y danzas tradicionales ocurre en ocasiones especiales, como festividades religiosas, aniversarios y durante las ferias y carnavales, donde los participantes visten trajes típicos y desempeñan diversos roles al compás de la música. Cada uno de estos bailes es un reflejo de la identidad cultural de la región y una ventana hacia su historia.
La danza del gallito: Un duelo cautivador
Entre las danzas tradicionales de Colima destaca la famosa Danza del gallito. Este baile tiene sus raíces en la tradición de exhibir a los gallos antes de enfrentarlos en peleas. Los bailarines, tanto hombres como mujeres, visten trajes brillantes y calzan zapatos de madera para zapatear contra el suelo. A través de movimientos que imitan a los gallos, raspan el suelo con los pies para crear un efecto sonoro y mueven el cuello como si desafiaran a su oponente. Esta danza es una verdadera competencia de baile, donde los participantes buscan conquistar los aplausos del público.
Los Morenos: Un teatro viviente del arca de Noé
Exclusivo del pueblo de Suchitlán, el baile de Los Morenos es una expresión tradicional de naturaleza religiosa. Los bailarines se disfrazan de animales y utilizan máscaras artesanales especialmente elaboradas para la ocasión. A través de una representación teatral, recrean el episodio bíblico del arca de Noé. Las máscaras representan una variedad de animales domésticos, como chivos, perros, gatos, conejos y gallos. Esta danza se realiza únicamente en fechas especiales para la religión católica, como el domingo de Pascua, el día de la Santa Cruz y el domingo de Pentecostés.
Los Apaches: Danza de guerra y protección divina
Conocida también como la danza de San Bartolomé, Los Apaches se realiza en honor a San Bartolomé y representa la guerra entre mexicanos y franceses que tuvo lugar en el año 1862. Durante el baile, los participantes del bando mexicano danzan y ruegan a Dios por suerte en la batalla. Esta danza es un recordatorio de la valentía y la lucha por la independencia.
La Malinche: Un vínculo mágico con la Serpiente de los Siete Colores
La danza de La Malinche tiene una connotación mágica, ya que está basada en rituales de adoración a Pijchal, la Serpiente de los Siete Colores. En esta danza participan 14 personas, que representan los 7 días de la semana y sus 7 noches. Durante el baile, se imitan los antiguos rituales de consulta y guía a Pijchal sobre diversos aspectos de la vida social. La música acompaña el baile mientras los bailarines forman una fila y realizan pasos que imitan el antiguo ritual auténtico.
La danza de la Virgen de Guadalupe: Devoción y celebración religiosa
Esta danza se lleva a cabo en el docenario de la Virgen de Guadalupe y reúne a las personas en las afueras de las iglesias para rendir homenaje, rezar o simplemente mostrar respeto a la Virgen. No hay límite de participantes, pero se requiere una adecuada organización. Durante el baile, se adora a la Virgen al ritmo de música religiosa y se recitan plegarias y sermones. Después de la danza, se celebran ferias donde se exhiben elementos artesanales y gastronómicos, enriqueciendo aún más la experiencia.
La danza de los capotes: Sonidos y movimientos llenos de tradición
Esta danza tiene sus raíces en la época de la colonización española y tiene un trasfondo religioso. Es especialmente popular en Suchitlán y se baila en grupo, donde cada participante lleva consigo una maraca que suena al compás de la música. El ritmo de los capotes y los movimientos de los bailarines crean un ambiente festivo y lleno de tradición.