Las danzas y bailes típicos de Durango son una manifestación cultural arraigada en la herencia europea que llegó al país hace siglos. Aunque Durango cuenta con bailes propios de la región, gran parte de su repertorio ha sido adoptado de Europa. Estas expresiones artísticas se han convertido en parte esencial de la identidad duranguense, fusionando tradiciones y creencias en una rica amalgama cultural.
La cultura de Durango ha sido influenciada por distintas corrientes culturales europeas, especialmente la francesa, checa y española. Estas influencias han dejado una profunda huella en el folclore y las tradiciones del estado, enriqueciendo su patrimonio cultural y artístico.
Chotis: El baile de la elegancia y la popularidad
El Chotis, originario de Bohemia, República Checa, se introdujo en México en 1850 y rápidamente se popularizó entre las clases altas de la sociedad duranguense. Sin embargo, con el tiempo, este baile se extendió a todas las clases sociales, adoptando un estilo más accesible. Además de Durango, el Chotis es practicado en otros tres estados mexicanos: Nuevo León, Tamaulipas y Zacatecas.
Cuadrilla: Un legado francés en tierras duranguenses
La Cuadrilla es un baile de salón de origen francés que encontró su lugar en Durango durante la ocupación francesa en la década de 1860. Soldados franceses establecidos en el municipio de Tepehuanes transmitieron este baile a los habitantes locales, convirtiéndolo en una parte integral de las celebraciones y eventos culturales en Durango.
Danza de las Palmas: Celebrando la fertilidad y las buenas cosechas
La Danza de las Palmas, conocida también como Danza de las Plumas, es un baile de más de cuatro siglos de antigüedad, con orígenes españoles. Inicialmente, esta danza tenía un carácter religioso y era realizada como una celebración por la lluvia y las buenas cosechas. Acompañada de música animada y cambiante, desafía a los bailarines a adaptarse al ritmo, creando un ambiente festivo y enérgico.
Polka: Del viejo continente a las tierras duranguenses:
Al igual que el Chotis, la Polka tiene su origen en Bohemia y se popularizó en Europa en el siglo XIX. Con el paso del tiempo, este baile de salón llegó a Durango y fue adoptado por las clases nobles. La Polka es un baile lleno de vitalidad y movimiento, que ha dejado una marca indeleble en la cultura duranguense.
El Revolcadero: La protesta a través del baile:
El Revolcadero es un caso intrigante de protesta mediante el baile. Cuando el Chotis y la Polka fueron introducidos en Durango, solo las clases altas tenían acceso a ellos en salones elegantes, excluyendo a las personas de clases sociales más bajas. Como respuesta a esta exclusión, surgió el Revolcadero, un baile propio de las clases populares que se burlaba de aquellos que bailaban en los salones. Este baile rebelde se extendió rápidamente por la región y se caracteriza por su música rápida y alegre.
Redovas: La fusión de ritmos centroeuropeos en Durango
Las Redovas son una joya del baile típico de Durango que tiene sus raíces en la Rejdovak, una danza centroeuropea. A mediados del siglo XIX, esta danza encontró su hogar en Durango, adaptándose y evolucionando para convertirse en una expresión única de la región.
Al compás de un ritmo 3×4, las Redovas fusionan elementos del vals y la mazurca, creando una danza dinámica y enérgica. Bailada en pareja, se destaca no solo por los movimientos fluidos y gráciles, sino también por las vestimentas distintivas que llevan los bailarines.
Las mujeres visten coloridos vestidos confeccionados con telas brillantes, complementados con blusas de cuello alto y botitas. Mientras tanto, los hombres lucen vaqueros, camisas lisas o a cuadros, chaquetas, sombreros de fieltro y botas.